El 1 de mayo tuvo un origen reivindicativo por y para quienes trabajan
dependiendo de un salario o como hoy se denomina, “por cuenta ajena”.
Este primer día de mayo se ha convertido en un algo descafeinado en el que los sindicatos evidencian en lo que se han convertido (¿habrá alguna excepción?), en consultores gubernamentales y de empresa, y no porque sea necesario en todos los casos tensar y negarse a la conciliación -puesto que su razón de ser es la exigencia y la negociación-, sino que han perdido tanto su norte que parece que quienes en últimas debieran protestar son los empresarios.
Y tanto han cambiado las circunstancias que las reivindicaciones que reclaman los trabajadores en el mundo no es mejorar su empleo, sino tener uno con dignidad.
En casi toda Europa el puente bajo la presencia de trabajadores en las movilizaciones pero no obstante en Francia celebraron el retiro de la Ley del contrato del primero empleo; en Gran Bretaña exigieron nuevas leyes que restituya los derechos y contra el recorte de los derechos de jubilación.
En Alemania, con más del 11% de desempleo, los manifestantes demandaron la dignidad del trabajo como una meta además de la no marginalización de un parte de la sociedad, mientras que en España la movilización conjunta, reclamó “por la paz. Empleo estable en igualdad”.
Las exigencias expresadas en las movilizaciones con una pobre asistencia, dicen que Europa está perdiendo lo que conquistó hace más de 60 años con su estado de bienestar: derecho a un empleo estable, actualizado con los contratos en medio de la temporalidad y el abaratamiento del despido.
La ventana que cierran los anquilosados sindicatos europeos, la abren la migración en Estados Unidos que se pronuncia hoy en las calles contra una ley que criminaliza a los inmigrantes latinos, dígase trabajadores y trabajadoras. Un día sin inmigrantes afectará, pero una economía sin inmigrantes puede resquebrajarla y hasta paralizarla.
Las empresas han cambiado, los capitales se movilizan, la economía se globaliza, el capital financiero se consolida, los empresarios, una minoría sin escrúpulos, la mano de obra cruza fronteras, los trabajadores pierden derechos, los Estados pierden soberanía, ¿Por qué no cambian los sindicatos? ¿Siguen sendo válidos? ¿Están desfasados?
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