26 de junio de 2006

Repítalo cantinero

El bolero y el tango continúan presentes en la vida de la sociedad latinoamericana en amplios sectores que reciben como herencia ritmos musicales propios de su folklore pero que alejados del sentimentalismo vale mirar sus letras como reproductoras de pensamientos, unos dentro del más clásico romanticismo y otros con altos componentes de violencia y no exentos de alta o puras dosis de machismo. Pero no importa, se escuchan una y otra y otra vez. ¡Repítalo cantinero!
Diríamos que trasegar por los arrabales, galerías o cantinas de muchos de los pueblos de América es adentrarse en el desgarro, en el dolor con sentido de tragedia en los momentos de pérdida y ruptura que todo ser humano tiene en la vida, sin embargo, hoy con la migración, la música viaja con ese ingrediente violento de algunas canciones que hacen apología del machismo y del delito; se tararean, cantan, se piden en las reuniones porque hacen parte de un recuerdo, una cultura o porque de verdad llegan al alma. La emoción es la que actúa y la razón se pierde o emoción y razón se asumen para luego convertirse en acción en la vida diaria.
La cotidianidad, los comportamientos repetidos una y otra vez van creando pautas culturales y se me antoja pensar en las niñas y niñas, los adolescentes que escuchan los gustos musicales de los mayores en la radio –una y otra vez- en la televisión, en los lugares de sociabilidad. Ellos y ellas están en formación y las canciones se van convirtiendo en parte de su imaginario, de su pensamiento, de su vivencia.
Las letras de canciones propias de cada país traen evocaciones, nostalgias, amores, desamores, son expresión creadora de cada momento de su historia, pero estás composiciones también comportan sentimientos y actitudes excluyentes y retrógrados en el más general de los conceptos.
Un bolero que dice “Cosas como tú, son para quererlas” Letra de Ernesto Hoffman, intérprete Johnny Albino y el Trío San Juan), no parece que está cantando a la mujer que ama, está cosificando a ese alguien. Y esto que parece intrascendente, resulta que tiene que ver con la manera y forma de expresar, con la palabra que es un vehículo importante de la comunicación, es el instrumento para designar.
Qué decir de “Mujer, mujer divina tienes el veneno que fascina en tu mirar (Autor: Agustín Lara. Intérprete pedro Vargas)
Más aún para pensar con “Señora bonita…mire que ironía, /yo amándola tanto/ y usted tiene dueño”. (Autor: Adolfo Salas. Intérprete: Leo Marini). Parece que nos dejas sin comentarios. ¿Patriarcado o esclavismo?
“Por qué te hizo el destino pecadora/ si no sabes vender el corazón…” (Autor: Agustín Lara. Intérprete: Pedro vargas). Transmite un juicio moral que se aplica sólo a las mujeres.
“Mozo, sírvame la copa rota/quiero sangrar gota a gota/ el veneno de su amor” (Alci Acosta). ¿Quizá violento?
El conocido tango “Tomo y obligo” que interpreta Carlos Gardel daría material a la directora de cine Itziar Bollain para hacer de “Te doy mis ojos” una segunda parte. “Y hoy al verla envilecida y a otros brazos entregada/ fue pa´mi una puñalada y de celos me cegué/ y le juro todavía no consigo convencerme/ cómo puede contenerme y ahí no más no la maté”.
Para seguir pensando y trabajando en un cambio de la sociedad sería conveniente que revisáramos lo que se convierte en costumbre, lo que pasa inadvertido o parece inofensivo.

20 de junio de 2006

Soy mujer y me gusta el fútbol

Por Aldebarán
Sé que es difícil de creer. Para gente que aún dice que el balompié "es cosa de hombres" o para publicistas (o las empresas que contratan a esas 'cabezas pensantes' para anunciarse) que consideran que el mejor eslogan para vender un televisor durante un Mundial de fútbol es "verás las mejores delanteras", acompañando su 'ingeniosa' frase con la foto de unas chicas de vigorosos pechos.
Nunca hasta ahora se me había ocurrido pensar que sólo los hombres compraran esos aparatos. Ahora entiendo que me miraran cual bicho raro (a mí que soy mujer y me gusta el fútbol) cuando un día decidí pisar un hipermercado para elegir mi televisor...
A reforzar esta imagen también contribuyen ideas como la que ha tenido un colectivo llamado "Mujeres por una España sin fútbol", que ha creado una web llamada nomasfutbol.es, que incluye un curioso decálogo con puntos como "cada gol de la selección será compensado con una tarde de compras, sin límite de tiempo y/o gasto" o "cada prenda de ropa de color rojo (bufanda o camiseta de la selección) se castigará con una semana a dos velas". Y que el sábado 17-06-06, el diario deportivo "Marca" replicó con una hipotética "carta abierta" de un marido a su esposa, con frases como "durante el Mundial, la tele es mía. El mando a distancia ni lo mires" o "te voy adelantando que Drogba NO es el nombre de un nuevo alcaloide, Thierry Henry NO es un perfume, Wayne Rooney NO es el dueño de Rintintín, ni Heinze es una marca de ketchup".
Pero una iniciativa mucho más ingeniosa que la de dejar a la pareja a "dos velas" (como proponía ese grupo de mujeres españolas) es la que han tomado las mujeres croatas. Ante la previsible falta de atención por parte de sus compañeros (una encuesta reveló que el 65 por ciento de los hombres de ese país seguiría los partidos del Mundial y el 50 por ciento de las mujeres ni uno), en la semana previa al arranque de la cita germana aumentó el número de vibradores vendidos en los 'sex shops' de Zagreb. "Nuestras mujeres han decidido hacer solas su vida sexual", titulaba un rotativo agramita.
Yo, que soy mujer y me gusta el fútbol, respeto a las que lo odien y decidan usar su tiempo en otros ocios, especialmente si son tan gratificantes como la ‘autogestión’. Pero respeto es una palabra que en algunos países parece no existir. Si en Croacia, un anuncio de la televisión pública mostraba a un hombre que iba a ver un partido de fútbol mientras mantenía a su mujer amordazada en el baño, en China un aficionado convirtió esa ficción en triste realidad. Sus elevados gritos en la madrugada (debido a la diferencia horaria entre Alemania y el país asiático) por los goles marcados despertaron a su mujer quien, muy lejos de compartir con él esa ‘alegría’ futbolera, decidió apagar el televisor, a lo que él reaccionó encerrándola con llave en un cuarto.
Sin embargo, no todo son diferencias entre mujeres y hombres por el balompié. El amor es una buena vitamina para lograr el triunfo o un excelente bálsamo para la herida de la derrota. Por eso, las esposas y compañeras de los internacionales ucranianos decidieron leer un manifiesto de apoyo a sus chicos antes del inicio mundialista, llamado “El fútbol nos une”. Y las madres de los seleccionados de Costa de Marfil, conocidas como “mamás elefantes”, organizaron sesiones de plegarias para motivar a sus vástagos. Una de ellas declaró que el “apoyo psicológico y espiritual" que dan a sus hijos puede “contribuir a la victoria”.
Y, mientras tanto, yo, como mujer a la que le gusta el fútbol, sigo disfrutando de cuantos partidos del Mundial puedo ver, pegada a ese televisor que alguna vez compré...

enbarranquillamequedo69@hotmail.com

13 de junio de 2006

Un sueño suspendido en el agua*

Homenaje a Alejo*
Publicado en El Espiritu de la Salsa



Fue el doce de Junio del 2003, su vida se interrumpió en 27 años, 8 meses y 15 días. Desde entonces no hago sino preguntarme todos los días, como fue. Miles de respuestas me vienen a la mente y siempre me quedo con la misma de entre todas; Aquellos que nacen abuelos, tienen infancia de adultos y adultez de niños, tienen por encima de todo otra forma de vivir el tiempo, pues su reloj viro al revés y su tiempo se cuenta hacia atrás.

Alejandro, había muerto en el agua, haciendo un curso paradójicamente de natación de riesgo en la famosa piscina de los mundiales de Madrid. El socorrista y profesor del curso, que le supervisaba las inmersiones, no estaba en ese momento ni la casi media hora que permaneció flotando en el fondo de la piscina. Lo encontró un chaval de diecisiete años que paso buceando justo por su lado. Entre el y un abuelo que se estaba dando sus primeros baños del verano lo sacaron del agua e intentaron improvisar un boca a boca. Cuando el socorrista llego, ya habían llamado al Samur y a Telemadrid. Lo llevaron al Gregorio Marañon y allí estuvo en coma irreversible hasta las seis de la tarde del dia siguiente, pues sus padres pidieron que no desconectaran la maquina que le impulsaba artificialmente oxigeno a sus pulmones hasta que llegara Sara, su hermana pequeña desde Méjico para darle él ultimo adiós a su hermano mayor.

El velatorio fue en el Tanatorio Sur que esta situado al lado de la M30. Un centenar de personas desfilaron para dar el sentido pésame a la familia. Todas estas personas pertenecen a una red de refugiados políticos que han ido aterrizando en Madrid, desde mediados de los ochenta. Nos conocemos todos desde hace veinte años y tenemos una relación de clan familiar difícilmente explicable para aquellos que no la han vivido nunca. La familia de Alejandro como lo mía llego huyendo de la violencia que azotaba y azota Colombia. En el barrio de la Fortuna, se formo una pequeña colonia colombiana de distintos tonos de rojo.... Nuestras casas estaban cercanas y a veces eran una sola, por lo menos los niños así lo vivíamos. Alejandro y yo, los hermanos mayores, crecimos juntos con la conciencia de velar por el clan. De hecho su tesis de antropología la hizo sobre nosotros y nuestra particular identidad construida de nostalgias, abandonos, fugas y ausencias. Para explicar nuestra relación a otra gente que no nos conocía, siempre decíamos que éramos primos, pues en cierta forma lo fuimos, pero sobre todo fuimos cómplices y “parceros”. Mi parce, mi niño bonito… solo tú y yo sabemos todo lo que te echo en falta… Nunca se habían reunido todas esas personas que llegaban al centenar, con solo dos cosas en común; conocer a la familia y su trayectoria política dentro y fuera de Colombia. Y pertenecer a la izquierda Colombiana, aclarando, que cualquier postura distinta a la extrema derecha en Colombia, ya es considerada una postura de izquierdas.

Lo habían colocado dentro de una vitrina con una túnica blanca, con solo visible la cabeza, la túnica estaba adornada con encajes por todas partes, tenia cara de enfadado, no le estaba haciendo ninguna gracia “la pintita”. Le pregunte a su tía Estela si no seria mejor ponerle sus vaqueros favoritos y su camiseta roja. Ella también pensaba que con esa ropa era como más bonito se veía. Los más cercanos, le llamábamos Alejo y durante toda esa noche en vela, alternábamos conversaciones con él en la vitrina, contándole toda la gente que había venido, todo lo que sucedía, y hasta en algún momento haciéndole chistes. Nos pasamos toda la noche hablando “Carreta”, como se dice en colombiano, dándole al chisme y tomando café. Todos contábamos anécdotas y compartíamos con los demás toda la información que teníamos, desde la más actual, hasta la más lejana. La muerte es como una liberación del limite impuesto por el cuerpo, la carne, los horarios, la vida, las presiones, el futuro, el pasado… Todo deja de tener sentido cuando la muerte, rompe el recipiente. Quien muere deja de ser lo que era, para cobrar mayor fuerza e identidad en el imaginario, en el corazón y en la mente de las personas que realmente le han amado. Todas las facetas de Alejandro, todas sus vidas paralelas, queríamos quedarnos con una imagen más completa, conocer mas detalles sobre ese amigo que se marcha y que el tiempo que no te da el futuro te lo den sus otras historias, sus otros amores, sus otras amistades… Cada uno lo conocía en una faceta distinta y a veces contrapuesta. Si Alfredo conocía al hombre duro y valiente, yo conocía al ser tierno, inteligente, sencillo y lleno de sueños. Con cada persona uno desarrolla un aspecto distinto de su personalidad, somos un uno complejo, multiforme camaleónico. Y lo mismo, siempre, en esencia lo mismo. Quizás existan personas lineales, con la vida ordenada, sin problemas, traumas, sueños, deseos, conflictos a cuestas, pero yo no las conozco. Alejo, para mí, y la mayor parte de las personas que realmente me son cercanas, son seres de una intensidad vital desbordante. Y como son la gente que más conozco o he conocido pienso que todo el mundo será así. Y si no lo son, es porque a lo mejor no se dedican tiempo y van corriendo por su vida sin mirarse al espejo. No puedo dejar de pensar que los seres humanos somos animales complejos.
Yo tenia doce años cuando lo conocí, llevábamos alrededor de un año en España y habíamos llegado con la idea de estar de paso como en otros tantos lugares, éramos refugiados políticos, y el deseo de volver no se correspondía con la realidad de poder volver. Era una elección entre la vida en transito o una muerte segura y mucha violencia. Si estando fuera de Colombia, la guerra tenía una presencia de fantasma cotidiano, a la gente cercana que se arriesgaba a seguir viviendo allá era vivir con una sombra real en todo momento. Sin embargo habíamos aprendido que la guerra estaba más allá de las fronteras de ese país del que huíamos y se extendía a otros nuevos lugares que empezábamos a amar. Mozambique, nuestra anterior residencia a España, había estallado en guerra estando nosotros allí y por eso mis papas habían optado por emigrar a otro sitio. A la familia de Alejo le había pasado lo mismo, pero distinto. España fue su primer destino y a partir de ese momento nuestras vidas se unieron y discurrieron por carriles distintos, pero paralelos.

Nuestros padres soñadores e idealistas pertenecen a toda una generación de jóvenes colombianos que se forjo en mayo del 68, en los sueños de un mundo mejor, en la revolución cubana y en muchos sueños más… En las universidades de la Colombia de los años setenta, todo el mundo estaba metido en la política, había grandes fraudes electorales, injusticias, represión, desaparecidos… cualquier grupo o asociación era perseguida y vigilada. ( Aún hoy es así). Dentro de esa guerra civil no declarada, cualquier forma de pensamiento era pisoteado y castigado violentamente. Nuestros padres tejedores de quimeras, creyeron y confiaron en imposibles, en imposibles necesarios por otra parte… Creían en “el hombre nuevo”, y así nos educaron en la defensa de la justicia, en la protección de los débiles, de los marginados, de los desfavorecidos…, ( o sea también de nosotros mismos). Desde que nos gestaron nos explicaron lo más hermoso y lo más odioso del mundo. Todo quedó desnudo a nuestros ojos de niños espantados; la muerte, la vida, el dolor, el amor, la amistad, el miedo, la desesperación… Nacimos abuelos, hablábamos como adultos, sin ser adultos, pensábamos como adultos y cuidábamos de los pequeños cuando los adultos desaparecían en reuniones interminables. Nuestros padres tienen un perfil común y nosotros somos su cosecha con una personalidad versátil, desarraigada y conflictiva, pero también muy amorosa e intensa. Todo eso nos hizo cercanos, amigos, cómplices y a veces también rivales a Alejo y a mí.

El jueves anterior, había llegado a mi casa como siempre, sin avisar y convencimos a mi compañera de piso por ese entonces una negra newyorkina impresionante a que se viniera a bailar con nosotros. Los colombianos, somos gente mestiza, con muchas raíces, africanas, indígenas, árabes, españolas e italianas. Nos gusta mucho bailar y no bailamos, sino que vivimos el baile como otra forma de comunicación, mucho más intensa, es la mejor forma en la que sacamos los sentimientos. Ese dia yo tenia una gripa que me llevaba de la fiebre, recuerdo que poco antes de que llegara Alejo, tenia treinta y ocho grados y me iba a meter en la cama. Pero cuando llegó, sentí que quizá esa era la última noche de nuestras vidas y que sudar la fiebre bailando me vendría muy bien. Y salir con ellos esa noche se convirtió en una realidad urgente e imprescindible. Y nos fuimos a las discotecas de salsa en Sol. Donde parrandeamos hasta las cinco que llegamos a la casa borrachos de felicidad y hambrientos. Nos cocinamos unos huevos pericos que devoramos con pan y a las dos horas nos despertamos, yo para ir al trabajo y Alejo para irse a su casa, dejo el sofá donde había dormido intacto, con las sábanas pulcramente dobladas y ordenadas. Cuando lo vi, me acuerdo que pensé con ternura que ya estaba madurando. Después, en las taquillas del tren nos despedimos con una sonrisa, como si nos fuéramos a ver siempre. Fue la última vez que lo vi con vida, sin quererlo fue nuestra mejor despedida, esa noche de rumba y esa sonrisa cómplice e incondicional entre los dos.
Alejandro, en cuerpo presente y el alma, eso tan complejo ya fundiéndose en el aire, en el agua, en el viento, en las nubes …pienso que su entierro fue de su agrado-. Si hubiese estado vivo, habría disfrutado con todo ese desfile de gente, de todas sus novias, exnovias, amantes y proyectos de alguna de las dos categorías que se quedaron en stand-by.

La sala de ceremonias anterior a la incineradora, se le rindió un homenaje y éramos tantos que no cabíamos dentro de la sala. Y todos aportaron de alguna forma un detalle más al universo que se expandía por el aire de quien fue y era Alejandro en nuestro corazón. Se le cantó, se le pusieron tres de sus canciones favoritas, una de ellas que sintonizaba mucho con su carácter de conquistador pendenciero tanto que el estribillo lo hubiera podido componer él mismo:

“Quiero ser el único que te bese la boca, …
porque si, porque si,
porque en esta vida no quiero pasar un dia entero sin ti…”

Después nos reunimos a comer, beber y escuchar música, para seguir velándolo. Alfredo, su mejor amigo y yo, sabíamos que teníamos que prender la fiesta, porque fiesta no es sinónimo de felicidad, sino más bien de encuentro. Alejo no nos hubiera perdonado nunca, que no fuera así. Por eso, le servimos trago a todo el mundo y pusimos salsa vieja. Alfredo y yo empezamos a bailar, y era una situación extraña, pues cualquiera que no conociera a Alejandro o a nosotros, no lo podría entender. Y lo que nosotros intentábamos solo se pudo comprender cuando los papas de Alejandro, al son de los primeros acordes de la canción del “Ratón” de La Fania, inauguraron la pista de baile, que hasta ese entonces solo la ocupábamos nosotros. Y con ellos poco a poco todo el mundo se fue sumando por parejas y de forma individual, todos bailando alrededor de ellos, cerrando un circulo de amor, amistad y apoyo. Compartiendo su dolor y bailándolo, pues no hay mejor forma para exorcizarlo.
La fiesta duro hasta avanzada la noche y el dolor no desapareció pero se suavizo… Alejandro flotaba entre nosotros y bailaba ya despidiéndose por fin de todos y dejándonos sus grandes ganas de vivir. La ultima canción, “Las tumbas” la cantamos a voz en grito, como la cantábamos siempre con él y en algún sitio del cosmos a veces me parece que la sigue cantando igual y le veo bailando y sonriéndome recordándome ese estribillo increíble y cierto:

las tumbas son pá los muertos y yo de muerto no tengo ná”

Asor - Rosa Mogollón Quiroga El Espiritu de la Salsa

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*Francisco Alejandro Asprilla Calvo. Pereira 29 de septiembre de1975-Madrid 12 de junio de 2003
Antropólogo andariego, tierno e impulsivo, trasnochador e incansable lector, cinéfilo enamorado de la vida y su familia siempre vivó la intensidad que le impusieron las condiciones de su vida. Amó y sigue siendo amado.

6 de junio de 2006

Las catalanas saben hacer y hacen saber



El 2-3 y 4 de junio, Barcelona celebró La Gran Trobada "Las mujeres sabemos hacer y hacemos saber", con la participación de 3.150 mujeres que se reunieron en talleres, conferencias, presentación de libros, homenajes.
Cientos de experiencias compartidas, colores, emociones y voces que dejaron escuchar sus experiencias, canciones y saberes. No importó la edad.
Las mujeres de 1936 y la catedrática y escritora Victoria Sau, homenajeadas; María del Mar Bonet, estremeció al público; el grupo Mus de Veus cantó a capella; Naranjas de la China rompió formas en el escenario y así una y otra y otra, dispuesta para hacer de estas jornadas, que cumplieron 30 años, un gran evento.
Las mujeres colombianas con La ruta pacífica de mujeres intervinieron con una presencia simbólica en la Trobada de Dones. Mostraron la metodología que utilizan en su país, y su forma de relacionarse con el mundo, informaron las Penélopes.
Ellas se definen como una red redes, que está formada por más de 350 organizaciones. Forman parte de las Mujeres de Negro, y el último martes de cada mes, todas las mujeres que forman parte de esta Red, se reúnen en diferentes plazas del mundo para protestar contra la guerra y la violencia a partir de lo simbólico. Para ellas, cuando se colocan sus capuchas negras dejan de ser colombianas, paquistaníes, iraquíes, yugoslavas, etc. y pasan a ser simplemente mujeres. Mujeres que luchan contra el sistema patriarcal, capitalista y bélico a partir de la intuición, de la emoción, de los sentidos y los sentimientos, unidos a la razón para sentirse -afirman- mujeres sentipensantes
En el taller se ha realizado una red con ovillos de lana, se ha jugado con tules de colores, se ha compartido la experiencia personal, se ha bailado...y todo este clima ha posibilitado que muchas de nosotras volviésemos a sentir que otro mundo es posible

La cobertura de la Gran Trobada 2006 de "Las mujeres sabemos hacer y hacemos saber" fue organizada por La Xarxa Internacional de Dones Periodistas i Comunicadores. Participan Les Penélopes, Cimac, Radio Paca, Soridad, MonComunicacio.com y Contrabanda.